Módulo
Teoría y Práctica de la Información
Audiovisual
Registro de autoevaluación
Para comenzar a reflexionar
Aceptar un examen como una simple y
mera medida del rendimiento académico, tal y como se concibe desde modelos
transmisivos y tecnocrátricos supone pasar a defender una especie de darwinismo
intelectual que únicamente tiene sentido (si es que lo tiene) en el universo
autorreferente de lo escolar. Con demasiada frecuencia, regurgitar
enfáticamente unos contenidos transmitidos vía oral o impresa a través del
libro de texto, se ha convertido en una seña de identidad de la práctica
educativa, aunque quizás en su sentido más plebeyo.
Según nuestra propia experiencia personal, ¿qué sentido tiene aprobar o
suspender un examen? Si reducimos el proceso evaluador a este esquema tan
simplista como castrador, estamos coartando otras miradas alternativas y
posibles.
Sin embargo, buscar nuevas perspectiva más ecuánimes y justas no es tarea
fácil y por eso pensamos que esa búsqueda tendrá que considerar la autoevaluación
como una estrategia, ante todo, de compartir el control y el poder académico,
ostentada por quien enseña, único juez y verdugo de unas sentencias que hablan
de tu dedicación, de tu esfuerzo, interés y otras tantas variables invisibles para sondear lo
insondable en diez preguntas calificadas a un punto cada una (¿cuál es la
magnitud de error en la estimación de una heteroevaluación solamente en las
cosas que se ven?).
La autoevaluación hay que entenderla como un sano ejercicio de equilibrio
mental. Ya se sabe… la ética bien entendida empieza por uno mismo. Si nos la
planteamos con total y absoluta sinceridad, tratando de despertar nuestra
conciencia crítica, alcanzará satisfactoriamente su objetivo fundamental: la de
hacernos protagonistas de nuestro propio aprendizaje. Sin embargo, por nuestra
propia condición humana, podemos pervertir ese sano ejercicio de equilibrio
mental en algo vacío y estéril, en una rutina académica más si estamos
predispuestos a concedernos una alta puntuación, excesiva y desmedida a
nuestros méritos académicos y negándonos un diálogo interior que transforme esa
rapiña meritocrática en un íntima satisfacción, siendo consecuentes con lo que
pensamos y sentimos (en realidad, deberíamos actuar así en todas las
situaciones de nuestra vida).
Ahora es el momento de valorar, tal y como está reflejado en la Guía
Docente, la labor de investigación y
descubrimiento de esos significados que has construido y otorgando sentido al
título del Máster: … De la Sociedad de la
Información a la Sociedad del Conocimiento.
Salud.
Ramón Ignacio Correa García
Responsable de la docencia del
módulo
1. En general, ¿cómo estimarías tu trabajo y esfuerzo personal en esta
asignatura?
2. ¿Cómo valorarías el interés que has mostrado?
3 Comenta brevemente cuáles han sido las lecturas -libros, capítulos de libros y artículos- que has realizado destacando las ideas, sugerencias que
te hayan aportado (es fundamental, más que las posibles respuestas, las nuevas
preguntas, interrogantes o cuestiones que han aflorado).
4. ¿Has realizado algún trabajo voluntario de producción de medios? En caso
afirmativo, explica brevemente en qué ha consistido.
5. Desde el plano de las actitudes, ¿se ha producido en ti alguna
sensibilización especial sobre los temas tratados?
6. Personalmente, ¿qué es lo más importante que has aprendido? ¿Qué crees
que has dejado de aprender?
7. Valora tu aportación en los chats
y el contacto con otr@s compañer@s del Máster con el fin intercambiar
información, experiencias o puntos de vista.
8. ¿Has consultado otro material (bibliográfico, en la Red…) para ampliar o
complementar la información residente en la plataforma.
9. Realiza un mapa conceptual con las ideas, sugerencias o preguntas más
relevantes que consideres en este período de aprendizaje.
10. Hay algún otro elemento, no relacionado anteriormente, y que quisieras
valorar dentro de los que has aprendido libremente y/o de lo que se te ha
intentado enseñar en Teoría y Práctica de
la Información Audiovisual?
VALORACIÓN GLOBAL: Con base en todo lo expuesto, debes concluir con una
valoración global de la asignatura (*):
CALIFICACIÓN:
(*) Utiliza la nomenclatura oficial
del baremo académico: Sobresaliente, Notable, Aprobado o Suspenso, seguido de
su expresión numérica. En el apartado siguiente puedes matizar esa valoración
global.
Justificación de la autoevaluación
EVALUACIÓN DE LA ASIGNATURA
Por último, haz una valoración crítica de aspectos relacionados con esta
asignatura, destacando los puntos fuertes y débiles. Entre otros: contenidos,
prácticas, metodología, sistema de evaluación, aportación de documentos,
atención y tutoría, propuestas de mejora…
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